No sé por qué es que cada vez que quiero salir a comprar algo específico, termino llevándome más de la cuenta. Por ejemplo, hoy salí con el Carlitos con el objetivo de comprarle unas chalitas. Iba derechito a cotizar, cuando me acordé que no quedaba pan en la casa. Primera parada, la panadería Pan y Pan. Luego, me fui a la zapatería más toc de Quilpué, La Mina, pero Horror, estaba cerrada, a las 5 de la tarde abrían y recién eran las 4.45 pm. Así que me metí a la farmacia y me compré un paquete de pétalos desmaquillantes y un paquete de pañales. Luego de pelear con el vendedor sobre unos descuentos que no me estaban haciendo, partí a la mentada zapatería y al fin estaba abierta. Nuevamente casi fenecí cuando me percaté que un par de zapatos, minúsculos talla 20, costaban casi 17 mil pesos, y además marca Tom y Jerry (pobres monos, se ubieran hecho ricos si hubiesen vendido su nombre para esta marca de calzado infantil). Así que me acordé de un negocio que vende lo que no han podido vender en las multitiendas, pero no le quedaba nada, y como iba por ese negocio, aproveché de comprar un gorro para Carlitos, que ya estaba rostizado de tanto sol que le pegaba en su par de cachetes regordetes. Cuando en esa, me metí a una zapatería pichiruchi y vi que tenían unas chalas bien lindas de cuero y a sólo 6 lucas. Se las probé y le quedaron el descueve.
Carlitos más contento que nunca, se fue con las chalas puestas y yo, como iba pasando por la librería, me compré una pasta de relieve para hacer mis vitrales falsos. Cual de los dos más contento con las compras!!