¿Quién dijo que cambiarse de casa era entretenido? Puro trabajo es como mejor se define.
Claro que el cambio nos sifnificó hartas cosas positivas. Estamos en una casa más grande, duplicamos todo el número de piezas y baños, aparte que hay patio y antejardín. Aunque hay que preocuparse de barrer los patios, mantenerlos, regarlos ... Y eso es sólo el patio. Ahora hay un segundo piso que hay que ordenar, una escalera de la que hay que tener mucho cuidado, porque Carlitos, que es más resbaloso que el aceite, la sube y baja a cada rato.
Otro punto positivo, estoy al lado de mi Nana Betty, mi abuelita, y ella es re buena onda. Además no tengo que andar cargando con el coche de arriba para abajo; ahora, si quiero salir a comprar, meto en el coche a Carlitos y se me acaba el show.
Cristian también está re contento, nunca había vivido en casa, siempre en depto. El pobre no ha podido hacer su asado eso si, pero pronto vendrá.
Del cambio de casa, en sí, ni hablar. Los de la mudanza casi me estropearon todos los muebles, los descriteriados esos. Mi sillón africano está saltado, el refrigerador tiene una hendidura, mi secretier tiene rayones y un mueble de cocina tampoco se salvó de sus manos de hacha.
Con todo esto, espero no cambiarme en unos cuantos años más, ojalá a una casa que sea la definitiva, la popularmente llamada "casa propia".