Después de muuuuchos años, recordé que tenía este blog activo. Casi lo desaparezco (qué fácil es borrar las cosas en en mundo de la informática, me pregunto porqué no puede ser así con los problemas de la vida real), pero me arrepentí y decidí que tal vez me animaba a redactar algo nuevamente. Y acá estoy.
Han pasado los años, aumentado los hijos, las grasas, las canas, pero en esencia, sigo siendo yo.
Miranda se llama la nueva (ya no tanto) integrante de esta familia. Es una mini me, pues es idéntica a mi cuando tenía su edad (5) , aunque creo que más bonita y mucho más inquieta. Carlangas ya ad portas de los 10, un cabro chico muy rico.
Ahora me dedico a hacer cosas ricas (aprate de los hijos y de las cosas que practico en la intimidad de mi habitación) entre las que se encuentran las tortas, cupcakes y galletas y me va bien, son siempre un éxito. Ahí les dejo unas fotos de mi arte.
Antes de seguir escribiendo, me gustaría saber si a alguien le llegan mis palabras, porque de lo contrario, estaré como los locos, que en vez de hablar solos, escribo para que nadie me lea.